Un zorro se cuela en la cima de la Premier: Leicester City
- Gustavo Torres
- 23 dic 2015
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El 20 de diciembre del año pasado el Leicester City perdió 2-0 en el Boleyn Ground en su visita al West Ham United, de modo que los Zorros seguían en el fondo de la tabla de la Premier League con sólo 10 puntos en 17 partidos jugados y su delantero estrella en la temporada 2013-2014 en la Championship League, Jamie Vardy, sólo tenía un gol anotado.
Finalmente el club mantuvo la permanencia al acabar el torneo en la decimocuarta posición, pero hubo que hacer cambios para mejorar la situación, como la salida del entrenador Nigel Pearson, que con ello terminó su periodo de cuatro años bajo el mando del conjunto azul en su segunda etapa -la primera fue de 2008 a 2010-.
Quien sustituyó a Pearson para la actual temporada fue el experimentado Claudio Ranieri, que no dirigía desde noviembre de 2014 al ser destituido como director técnico de la selección de Grecia en un periplo que sólo duró poco menos de cuatro meses. El italiano aceptó el reto y volvió a dirigir en la Premier después de su etapa con el Chelsea entre 2000 y 2004.
Ranieri está llevando a cabo su labor de manera magnífica, con el Leicester, una institución que jamás ha ganado la primera división de Inglaterra, codeándose con los grandes y ubicándose en el primer lugar en la víspera del Boxing Day de este sábado con 38 puntos en 17 encuentros.
El Leicester City de Ranieri juega en el clásico 4-4-2 con prácticamente los mismos nombres en el once inicial cada semana: Kasper Schmeichel en el arco, hijo del legendario Peter; Danny Simpson (derecha) y Christian Fuchs (izquierda) como laterales; Robert Huth y Wes Morgan en la defensa central; N'Golo Kanté y Danny Drinkwater en el doble pivote; Riyad Mahrez (derecha) y Marc Albrighton como extremos; Jamie Vardy y Shinji Okazaki en punta.
Este 4-4-2 de bloque muy bajo se ve reflejado en el porcentaje de posesión de balón que promedia durante la temporada, que es de 43.6%, el antepenúltimo lugar de la liga en este rubro, y con el porcentaje de pases exitosos más bajo de todo el campeonato, con 70.1 por ciento.
Tener por tan poco tiempo el balón y concretar tan pocos pases no es un inconveniente para este equipo, pues se sostiene en tres pilares: Vardy, el argelino Mahrez y el parisino Kanté. El primero es el líder de goleo de la Premier con quince anotaciones y estableció un récord de la liga al anotar en once partidos consecutivos; Mahrez es el sublíder en la tabla goleadora con 13 tantos y también es sublíder en asistencias con siete pases para gol; Kanté es el jugador que promedia más intercepciones, con 4.2 por partido.
El análisis que a continuación muestro tomó como referencia los partidos contra Manchester United, Chelsea y Everton. Las imágenes tratan de reflejar los números, siempre fríos, en algo visible y tangible.

Comienzo con el primer detalle que tiene este conjunto y es su parado muy replegado, cercano a su propia meta, tanto que los once jugadores se mueven sin balón en su propio campo. Su 4-4-2 se enfrentó al 3-4-1-2 de Louis van Gaal. Los puntas Vardy y Okazaki no marcaron a los tres centrales rojos, sino que se enfocaron en impedir que los dos mediocampistas centrales, Bastian Schweinsteiger y Michael Carrick, pudieran recibir la pelota y pasarla con comodidad, además, era muy importante que Juan Mata no recibiera a espaldas del doble pivote Kanté y Drinkwater, pues los centrales Morgan y Huth estaban mano a mano con los delanteros Wayne Rooney y Anthony Martial.

Los tiros de esquina los defendieron con un marcaje mixto: todos los posibles rematadores rivales tenían marca, más la presencia de un jugador frente al cobrador, otro en el área chica por si el servicio iba a primer poste, y Kanté en el segundo. Schweinsteiger empató al final del primer tiempo con un certero cabezazo, lo que pudo ser razón para que en los siguientes partidos ya no estuviera Kanté ubicado ahí sino en otra posición.
El saque de inicio del segundo tiempo es la marca de la casa: el Leicester no se encarga de circular el balón, sino de inmediatamente enviar un pelotazo a Jamie Vardy para que la prolongue u ocasione ganar el rebote o provocar un saque de banda que, si es en contra, es respondido con una presión muy intensa, Otro sello distintivo de este equipo son los saques de banda de Fuchs con dirección al área rival como si se trataran de tiros libres.
Éste no se trata de un equipo que logre hilvanar muchos pases, pero cuando le es posible tener una racha de ellos exhibe dos tendencias muy claras. Una es la diagonal de Kanté a la banda, la cual es acompañada con la incorporación de Mahrez, extremo que juega a perfil cambiado -al igual que el otro extremo, Albrighton- a zonas interiores.

Contra el Chelsea el único cambio en la alineación fue la entrada del argentino Leonardo Ulloa por el japonés Okazaki. Ulloa se ocupó de pelear los saques de meta cobrados por Schmeichel y de botarse de su posición para ayudar al equipo a subir metros, mientras que Vardy fijaba a los centrales y esperaba la oportunidad de rematar a portería. Sin balón, Ulloa y Vardy tuvieron la misión de marcar al doble pivote rival, Nemanja Matic-Ramires, lo que empeoró la circulación de balón del rival londinense.

En ocasiones se veía a Kanté como mediocampista central izquierdo y en otras ubicado por el sector derecho, y todo ello dependía de la jugada en cuestión, ya que, de los dos volantes centrales, Kanté es el que más va hacia adelante a presionar e interceptar -de ahí su liderazgo en ese departamento-, de manera que el otro mediocampista protege el bloque de mediocampistas de ser vulnerado y, ya con el transcurrir de la jugada, Kanté vuelve a tomar posición para mantener la estructura del 4-4-2.

Frente al Everton (4-2-3-1) el mediocampista vigilado fue Gareth Barry, lo que provocó que el mediapunta Ross Barkley tuviera que retrasar en demasía su posición, ya que Barry no solía tener otro compañero en el centro del campo, pues el otro mediocampista central, Tom Cleverley, se abría a la banda izquierda para que el extremo de ese lado, Arouna Koné, se emparejara con el punta Romelu Lukaku y los centrales rivales tuvieran que lidiar la situación de mano a mano.

Robert Huth no pudo jugar el partido ante el Everton por acumulación de amarillas, por lo que lo sustituyó el polaco Marcin Wasilewski. Para esta ocasión Wes Morgan, un central muy anticipador, no tomó el lado derecho, sino el izquierdo, así que tuvo la encomienda de marcar muy de cerca al delantero belga Romelu Lukaku. Como central derecho se destacó por la labor que hizo sobre Diego Costa, cuyos movimientos suelen desgastar al central rival colocado en dicho lado.
El primer gol contra el Everton fue producto de un saque de banda que Vardy prolongó a Okazaki, mientras que el segundo provino de una diagonal de Kanté que entregó a Mahrez quien, por dentro, encontró a Vardy y Okazaki mano a mano con los centrales.

Con modos básicos, pero sumamente efectivos, así es como el Leicester City se mantiene en el liderato de la Premier League y ha dejado de fijarse en los últimos lugares de la tabla para aspirar por la hazaña de alzar la copa. Veremos qué tan lejos logran llegar los chicos de Ranieri.