EEUU 2-1 Ecuador: Con el libreto de siempre
- Gustavo Torres | @FutIncorrecto
- 17 jun 2016
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Estados Unidos anota el primer gol del partido, se mete a defender en su propio campo, los centrales despejan un sinfín de centros, el portero hace una atajada milagrosa y el delantero rival falla un gol cantado. Silba el árbitro y se llevan la victoria. Mismo guión y protagonista, sólo cambian el escenario y el villano. La saga de Misión Imposible trasladada al futbol. Así es como los de Jürgen Klinsmann accedieron a su segunda semifinal de Copa América.
Ambos equipos salieron a la cancha acomodados en el clásico 4-4-2, con unas líneas demasiado distanciadas, tanto que fue lo más común ver a uno de los puntas recibiendo entre líneas o a uno de los centrales saliendo a anticiparse para corregir el despiste de los mediocampistas. A Ecuador le bastaba que uno de sus mediocampistas retrasara su posición unos metros para recibir el balón de un defensa y eliminar la primera línea adversaria.
Estados Unidos, mientras tanto, tenía dificultades para salir por abajo, ya que siempre había un ecuatoriano sobre Michael Bradley para entorpecer el inicio de la jugada, aunque eso no le molestaba en lo absoluto pues encontraba con suma facilidad a Dempsey o lanzaba el balón al espacio para que sus extremos y puntas compitieran prácticamente mano a mano con la defensa sudamericana, en especial Bobby Wood, muy fino en sus desmarques hacia afuera.
Ecuador se enfrentó con el problema de tener a Enner Valencia y Michael Arroyo en punta. El primero batalla en los controles y el segundo, en el centro, ve reducido su campo de acción. Entonces el juego se trasladó a las bandas, más que nada a la derecha, con Juan Carlos Paredes como lateral y Antonio Valencia como extremo. Valencia es muy reconocido por sus servicios al área, pero jamás ha destacado en el uno a uno, por lo que le dio espacio a Paredes para que recibiera con libertad y buscara llegar a línea de fondo, pese a que fue complicado darle la oportunidad a Enner de exhibir su majestuoso salto.
Al minuto 22 Clint Dempsey deshizo el doble pivote ecuatoriano y encontró a Wood en uno de sus tantos desmarques, la jugada continuó y concluyó con un servicio de Jermaine Jones a la cabeza del segundo máximo anotador de la selección (52 goles con el de este juego). A partir de aquí echó mano del libreto que siempre lo ha acompañado y desarrolló un refrito más.
La expulsión de Jermaine Jones y Antonio Valencia recién comenzado el segundo tiempo no provocó que los entrenadores cambiaran el parado, o sea, que el 4-4-2 pasó a 4-3-2, si bien Klinsmann para el último cuarto de partido sacó a Dempsey y metió a Kyle Beckerman, dejando a Wood en solitario. Ecuador, por fin, pasó la pelota al otro costado, donde Jefferson Montero estaba ansioso por mostrar su extraordinario mano a mano. Walter Ayoví centró su posición (algo que sabe hacer a la perfección), purificó la circulación de balón y se lo entregó a Montero en condiciones. Todo bien, sin embargo Enner Valencia estuvo irreconocible de cara a puerta.
El típico cañonazo de Michael Arroyo no bastó. Estados Unidos, 21 años después, volvió a semifinales. Enfrentará a Argentina o Venezuela sin Jones ni Bedoya ni Wood, tres bajas muy sensibles para su clásico estilo de contraataque. Independientemente del resultado en el próximo partido, Klinsmann ha ganado el suficiente crédito para seguir en el cargo durante las eliminatorias mundialistas. Sin presión y en casa, mucho cuidado con los "gringos".