Un día y medio después: El futuro tras el 0-7
- Pepe Reynoso |@Pepereste
- 20 jun 2016
- 3 Min. de lectura

El futuro debe empezar hoy. La catástrofe futbolística de la que fuimos testigos el sábado no puede quedar en el olvido, pero tampoco se puede magnificar como normalmente lo hacemos, se debe aprender de los errores. Quizás si Juan Carlos Osorio fuese un técnico mexicano su continuidad estaría más en duda, sin embargo no lo es y es un buen entrenador.
Es difícil para los medios de comunicación y actores del medio futbolístico nacional aceptar a un director técnico extranjero, las dudas en Osorio estuvieron desde el día de su presentación; hoy las intentan justificar con el vergonzoso partido ante Chile. El colombiano tuvo los pantalones para salir a la conferencia de prensa y admitir sus errores.
Probablemente Juan Carlos Osorio no sea el mejor entrenador del mundo, en eso coincidimos, sin embargo no podemos negar que es un tipo estudioso y que ha logrado conseguir títulos importantes durante su carrera –muchos más que algunos otros que han dirigido a la Selección-. Hoy muchos piden la cabeza del seleccionador nacional, quieren ver rodar cabezas, critican su estilo y lo utilizan como principal argumento para evidenciarlo. Coincidentemente e irónicamente son los mismos que critican que no hay continuidad en el fútbol mexicano.
México se enfrentó a Chile con el espejismo de un partido amistoso en el que Javier Hernández maquilló el trámite del encuentro con un gol en el ocaso del encuentro. La verdad es que el combinado nacional se vio igualmente superado, pero en esa ocasión los chilenos no estuvieron finos frente al arco. La selección andina es hoy una potencia tras el proceso que tuvieron entrenadores como Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli, y que ahora Juan Antonio Pizzi deberá continuar para situar a Chile en lo más alto, pero no es producto de la casualidad.
Chile tiene jugadores titulares en clubes de élite como Alexis Sánchez (Arsenal), Arturo Vidal (Bayern Munich), Claudio Bravo (Barcelona) y Gary Medel (Inter) (por mencionar algunos); México fundamenta sus esperanzas en Rafael Márquez (Atlas) quien ya está por retirarse, Guillermo Ochoa (Málaga) quien no jugaba un solo minuto antes de la lesión de Carlos Kameni, Jesús Manuel Corona (Porto) a quien le falta mucho por explotar, Héctor Herrera (Porto) que a pesar de ser el más técnico e inteligente con el balón de este equipo se vuelve intermitente en sus actuaciones y Javier Hernández (Bayer Leverkusen) quien quizá es el más regular de todos. La comparación entre clubes es notoria.
No es un acto malinchista, es de ubicación dentro de nuestra realidad. Si en un país de 125 millones de habitantes no se pueden encontrar talentos más regularmente es que algo se está haciendo mal. Estamos acostumbrados a que la cuerda se corte siempre por el lado más delgado, pero las decisiones en nuestro balompié deben cambiar si quieren que la Selección avance.
La caída duele más después de estar invictos durante 22 partidos (once con Osorio), y bueno, la forma ni se diga. Osorio tiene argumentos para salir de este inmenso agujero en el que cayeron, pero debe escuchar la conclusión de los que criticaban sus rotaciones. En torneos internacionales de tan poca duración las rotaciones suelen descontrolar a los equipos; su método de repeticiones (la memoria operativa, como él la llama) se potencializa si la trabajas con un mismo cuadro.
Ahora es cuando en el fútbol mexicano se debería surgir un cambio fundamental y el que siempre se ha clamado: tener una federación autónoma, porque hasta hoy el dueño de la televisora más grande del país es quien decide qué pasa con la selección. Es hora de ver lo que se ha hecho mal históricamente, admitir que es lo que ha impedido el crecimiento de la Selección, decidir si quieren cambiar el modelo o no, pero dejar de culpar a entrenadores – que claro que tienen algún porcentaje de responsabilidad – que intentan sacar resultados con todos los impedimentos que hay.
El futuro empezó desde el silbatazo final, ¿se queda Osorio? A mi no me corresponde decidir, pero ojalá le respeten el proceso, ya basta de invitar porristas y payasos al TRI.