Los puntos que nos deja la Copa América
- Gustavo Torres | @FutIncorrecto
- 29 jun 2016
- 4 Min. de lectura

La Copa América Centenario ha concluido con un gran sabor de boca y datos muy positivos, dejando la sensación de que organizar el evento en Estados Unidos ha sido una excelente decisión. Más allá de estos aspectos, lo que vimos en la cancha durante el certamen nos dejó varios puntos que destacar y analizar de acuerdo al futuro inmediato de las selecciones participantes, que es la búsqueda por el boleto al Mundial de Rusia.
1. Por si quedaban dudas, la Copa América ha reafirmado la categoría de Conmebol por encima de Concacaf. Lo lógico, sobre todo desde el victimismo mexicano, es desdeñar el nivel de Concacaf, cuando es evidente que UEFA y Conmebol están a años luz del resto de las confederaciones. Decir que Concacaf es la peor zona del mundo es un lugar común al que recurre la prensa mexicana para cuestionar el rendimiento de la selección, olvidando que existen Asia y Oceanía. África -donde las eliminatorias son muy bravas- le disputa a Concacaf ese tercer lugar, y que selecciones como Panamá y Jamaica han mostrado una gran progresión en los últimos años.
Sobre la posibilidad de unificar las dos confederaciones del continente americano, el único impedimento serían las distancias a recorrer para disputar los partidos. La unificación haría que en la eliminatoria se repartieran siete pases directos y dos a repechaje (4.5 de Conmebol más 3.5 de Concacaf), aunque también cabe la posibilidad de que sean ocho cupos directos y entonces el único repechaje para el Mundial se haga entre Asía y Oceanía. Dado lo anterior, ¿qué sistema de competencia propondrían ustedes?
2. México desaprovechó una oportunidad quizá única de llevarse el campeonato. Lo cierto es que desde el sorteo se sabía que el cruce de cuartos de final iba a ser el mayor reto a enfrentar. El destino lo colocó frente a Chile, que más que una selección es un equipo con un sistema de juego definido (sólo equiparable con el modelo de Alemania, tal vez). La histórica goleada derivó en que se culpara a las rotaciones de Juan Carlos Osorio, pero, el problema fue la mala lectura que dio el entrenador al partido amistoso que celebraron previo al torneo, que pudo ocasionar la extraña decisión de prescindir de Rafael Márquez y Diego Reyes.
Sobre la continuidad del colombiano, se utiliza como argumento a favor de su salida lo que vivió Luiz Felipe Scolari tras el 1-7 contra Alemania en el Mundial pasado. Pero usemos uno totalmente opuesto: el 6-0 que sufrió Gerardo Martino con Paraguay a manos del Tri de Hugo Sánchez en la Copa América 2007. Martino continuó en el cargo y llevó a los guaraníes a los cuartos de final en Sudáfrica 2010 y a la final en la Copa América 2011. ¿Por qué usamos el primer ejemplo y no el segundo?
3. Tres finales consecutivas no son suficientes para Argentina, donde cualquier cosa que no sea ganar es considerado un fracaso. En 2014 Alejandro Sabella encontró sobre la marcha (y con la notable ayuda de Lionel Messi en fase de grupos) un bloque de jugadores que rindieron a su máximo nivel (Marcos Rojo) a través de ceder la pelota y defender en propio campo. Para 2015 Martino quiso cambiar a un juego de mayor posesión de pelota, pero ni en Chile ni en Estados Unidos (donde destacó más la presión alta) pudo ofrecer una aceptable salida de balón y posesiones fructíferas.
Mientras el debate entre bilardismo y menottismo sigue vigente, parece que está emergiendo una gran generación de entrenadores argentinos tanto en la liga local como en el extranjero. Si Argentina se decide por trabajar en lo referente a la cancha en vez de dedicarse a las relaciones públicas, lo normal es que su futbol mejore. Y si es posible contar con el mejor jugador del mundo, lo mejor es tenerlo contento.
4. Juan Antonio Pizzi era visto como un extraño en Chile. La derrota en la primera fecha contra Argentina parecía indicar que su estancia sería muy breve, pero la victoria categórica contra México fue una maravilla en forma y fondo. Se recuperaron esas sensaciones de futbol asfixiante y valiente con la pelota, aunados a matices como la salida en largo. La columna vertebral (Bravo-Medel-mediocampo-Alexis), que es completamente de élite, cuenta con secundarios que se han vuelto imprescindibles (Eduardo Vargas, Jean Beausejour y Gonzalo Jara), además de que el bicampeonato dejó como valiosos elementos a Edson Puch y José Pedro Fuenzalida, que entran a la cancha sin perjudicar en absoluto el juego del conjunto. Chile ha encontrado un estilo y durante estos últimos nueve años sus jugadores lo han defendido a muerte. Y ese estilo sobrevive a los jugadores, que es lo más valioso.
5. Ha sido un placer observar de nuevo el crecimiento de selecciones como Ecuador, Perú y Venezuela, con futbolistas inteligentes y entrenadores muy capaces. Uruguay y Colombia pudieron haber rendido mejor, pero no deberían desanimarse, ya que están tocando la puerta generaciones muy talentosas, así como están esperando su momento gente de calidad en Estados Unidos y Paraguay. En esta Copa América se ha constatado que ha aumentado con notoriedad la calidad del futbol en el continente. La competitividad no deja de incrementar, y es a través de ella como todos pueden mejorar.